Cuando nuestros hijos crecen… hay muñecos que se les quedan pequeños y quizá han sido sus preferidos y no queremos deshacernos de ellos.  Si además tenemos tarros de cristal que ya no usamos, es la mezcla perfecta para hacer estas bonitas bolas de cristal.

Animaros a hacerlo con vuestros hijos. Todo lo que hagáis juntos tiene más valor. Es muy fácil, económico y os sorprenderá lo decorativas que quedan.

Necesitamos:

• • Tarro de cristal con tapa, (que cierre bien)
  • Muñeco, que se pueda mojar
  • Tapón de botella
  • Purpurina, estrellitas, bolitas de corcho…

• Pistola de silicona caliente
• Cintas de colores.

Cómo se hace:

Seleccionamos un tarro y un muñeco acordes en tamaño.

Con la pistola de silicona caliente pegamos el tapón de botella a la tapa del tarro de cristal.

A continuación se pega el muñeco al tapón, y se deja secar unos minutos.

Ya podemos llenar el tarro de agua (dejando unos milímetros, para que no se salga al introducir el muñeco). Una vez lleno le ponemos purpurina, estrellas…

Para introducir el muñeco y cerrar la tapa, antes ponemos silicona caliente en la tapa, para pegarla al tarro.

Y una vez todo queda bien cerrado, damos la vuelta.

Ponemos más silicona para sellar la junta de la tapa y el tarro, adórnalo con las cintas que más os gusten.

¿A que tiene magia?

Pero la magia no la pone la purpurina, ni las estrellas, la pone el tiempo que habéis estado con vuestros  hijos, las hace especiales y únicas.